Muchas veces sustituimos los refrescos con azúcar por refrescos sin azúcar, pero, ¿sabes si realmente los refrescos sin azúcar engordan?
Actualmente, los refrescos sin azúcar le están quitando el puesto a los refrescos con azúcar. La preocupación por engordar hace que optemos por las bebidas menos calóricas, pero, de verdad, ¿los refrescos sin azúcar engordan?
En ningún caso los refrescos deben sustituir al agua como bebida de hidratación para el buen funcionamiento de nuestro organismo.
Los refrescos sin azúcar
Los riesgos de consumir refrescos sin azúcar
Los refrescos sin azúcar son refrescos en los que se elimina el azúcar y se sustituye por edulcorantes acalóricos, como el aspartamo, la sacarina o el ciclamato. A pesar de que los refrescos sin azúcar no contienen calorías, los edulcorantes presentes favorecen la absorción de azúcar en el intestino.
Además, fomentan la secreción de insulina del mismo modo que los refrescos azucarados. Una condición que provoca que los niveles de azúcar en sangre disminuyan, generando así la sensación de hambre.
Los edulcorantes también afectan a la flora intestinal, modificando las bacterias del organismo, produciendo disbiosis e intolerancia a la glucosa.
El último estudio publicado, Sugar and artificially sweetened beverages linked to obesity: a systematic review and meta-analysis, muestra una asociación entre el consumo de refrescos y el padecemiento de obesidad.
Sin embargo, hay que matizar que este estudio no separa el consumo de refrescos azucarados de los que están sin azucarar. Los resultados muestran que el consumo de refrescos, sean del tipo que sean, es mayor en personas con obesidad.
Otros estudios sugieren que las bebidas sin azúcar, a parte de elevar el riesgo de tener obesidad, pueden aumentar la posibilidad de sufrir enfermedades cardiovasculares, pero no hay un mecanismo claro de por qué esto ocurre.
Por otro lado, hay estudios, como este de Plos One, que evidencian la vinculación entre el consumo de bebidas sin azúcar y una mayor cantidad de grasa abdominal. Según esto, podrían no ser efectivos como una medida para controlar el peso.
¿Por qué podrían engordar?
El efecto compensación
Puede ser que las bebidas sin azúcar no engorden por si mismas, pero sí están relacionadas con hábitos de vida poco saludables.
Es probable que pienses que las calorías que te vas a ahorrar en ese refresco las puedes introducir en otro alimento más calórico como sustitución. Es decir, por ejemplo, no sirve para nada comerse una hamburguesa con patatas fritas y a la vez una bebida light.