Los haitianos tienen que pagar altos costos, si no desean dormir en la playa
Los migrantes represados en Necoclí están desesperados porque deben esperar hasta 30 días para poder abordar alguna de las embarcaciones autorizadas para poder llegar a Capurganá e iniciar la caminata por la selva del Darién.
Una migrante haitiana, que por dos años vivió en Brasil, le relató a los medios de comunicacion que decidió salir del país suramericano buscando una mejor oportunidad para su familia, por lo que emprendió el viaje con seis familiares más, entre ellos sus dos hijos.
Llegaron a Necoclí, Antioquia, el dos de octubre y tan solo podrán partir hacia Acandí el veintiséis del mismo mes, porque todos los tiquetes están muy costosos, mientras tanto, deben esperar y pagar hospedaje y alimentación.
“La cosa aquí es muy difícil, debemos pagar casas por días, tenemos días que no tenemos para pagar, nuestras familias no mandan dinero y nos cobran entre el 20 y el 50% para poder recibir el dinero”, señaló la haitiana.
Esta familia paga casi cincuenta dólares, unos 180 mil pesos diarios, para el hospedaje de todos los integrantes, y pasar la noche en habitaciones de dos metros de largo por dos de ancho.
“Yo pago siete dólares diarios, y cinco dólares para mis dos hijos y todos los días no tengo el dinero”, explicó la mujer, al relatar que incluso, para los migrantes que no hablan español, los cobros son más excesivos.