Conoce que alimentos te envejecen

Conoce que alimentos te envejecen

Tener unos añitos de mas nunca sera malo para una persona, al contrario, los años dan experiencia y te ayudan a descubrir una infinidad de cosas que de una manera u otra son importantes en el complemento de tu día a día.

Pero o que realmente debes evitar con el paso de los años es que tu apariencia decaiga y que te comiences a ver desgastada físicamente, por ello te decimos cuales alimentos debes dejar de consumir para verte y sentirte hermosa y joven.

1. Los azúcares

Puedes mejorar el tono de tu piel y mostrar un aspecto más saludable y rejuvenecido reduciendo el consumo de azúcar. Y es que éste puede sobrecargar lo que se conoce como ‘la senda de la insulina’, que afecta los vasos sanguíneos y acelera el envejecimiento cutáneo produciendo un tono apagado e hinchazón. ¿Sientes necesidad de algo dulce? Lánzate a la fruta, que contiene fructosa para endulzar y resulta indudablemente más saludable.

2. La sal

Antes de existir los frigoríficos la gente utilizaba la sal como método para conservar. Hoy día no solo no es necesario abusar de la sal sino que hacer una dieta baja en sodio puede ayudarte a mantener una piel más joven. El exceso de este elemento hace subir la presión sanguínea, algo que disminuye la producción natural de colágeno y produce flacidez, descolgamiento y efecto apagado. Además, abusar de la sal contribuye a retener más líquidos, algo que se puede apreciar en unos simples ojos hinchados y con bolsas o incluso en tu perímetro corporal. Con la sal hay que ser muy muy poco generosa.

3. El café

Tu ‘despertador’ diario puede acelerar el proceso de envejecimiento si abusas de él. Deshidrata el cuerpo y, con él, la piel, así que uede provocar que se pierda lustre y luminosidad, por no hablar de que un cutis deshidratado es más proclive a la aparición de arrugas. No nos olvidemos de las manchas amarillas en los dientes, además.
4. El alcohol. Muy similar al efecto del cadé sobre los dientes, también deshidrata y, a la vez, favorece la hinchazón en los ojos y la aparición de bolsas.

5. Las carnes rojas

Limita su consumo a una vez por semana, y es que su alto contenido en carnitina (presente en su proteína) puede producir envejecimiento cutáneo prematuro porque endurece los capilares.

6. Los carbohidratos simples

Todos aquellos alimentos con un índice glucémico alto (harinas refinadas, pasta blanca…) favorecen la ruptura del colágeno y la elastina en la piel y en los músculos. Es decir, es el camino directo a una piel menos flexible, más frágil y con más arrugas. Cuando tengas antojo de carbs opta por los integrales, de digestión lenta, y para cuya digestión el cuerpo no necesita liberar insulina de manera que salvamos nuestras reservas de colágeno.

7. La comida muy picante

¿Tienes la piel sensible, con tendencia a las rojeces y a las arañas vasculares? Entonces el picante será tu peor enemigo porque dilata los vasos sanguíneos y favorece que se rompan, que aparezca la rosácea y que la piel manifieste su peor aspecto. Aunque la sensibilidad no sea tu problema, el abusar del picante puede abocarte a ella.

8. Los conservantes presentes en la carne

Salchichas y fiambres de baja calidad de origen industrial contienen sulfitos, que contribuyen a acelerar el envejecimiento y producen alteraciones como la rosácea e inflamaciones nada agradables ni favorecedoras.

9. Los refrescos azucarados

Poco más que añadir después de todo lo leído. Las alternativas a un refresco de cola o cualquier otra fruta están a tu alcance: agua, agua carbonatada natural, zumos, cerveza sin alcohol…

10. Las grasas trans

Son las grandes enemigas de cualquier dieta saludable, las mires por donde las mires. Presentes en la comida procesada (ya sabes, junk food, comida preparada…), aporta calorías vacías y tapona las arterias. Esto último hace perder elasticidad a la piel. Entonces, ¿las grasas no mantienen mi piel hidratada y lubricada? Éstas no pero, los aceites naturales como el de oliva, girasol o coco sí; son fuente de vitamina E y previenen la oxidación de las células y protegen de la acción de los radicales libres. Es decir, no hay que prescindir de las grasas, solo consumir las adecuadas.

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