El estilo de vida ajetreado  y las dificultades para conciliar la vida personal y la profesional, además del ocio, es normal cierto agotamiento, pero éste debería desaparecer tras un sueño reparador o algo de descanso, sin embargo, todas estas cosas no lo permiten, es por ello que te diremos que técnicas utilizar para eliminar la tan destructiva ansiedad.

Informa a tu cuerpo de que todo va bien

Cuando estamos nerviosas tendemos a apretar la mandíbula, a tener las manos frías (es una señal de emergencia de tu sistema nervioso) y a respirar entrecortadamente y con ansiedad. Así que el primer paso es relajar la mandíbula: abre la comisura y mueve ligeramente la lengua. Esto envía una señal a tu cerebro que le lleva a relajarse. Además, frota tus manos y caliéntalas para indicar a tu cuerpo que todo va bien y practica respiraciones en 4 tiempos concentrándote en la inspiración y la espiración.

Ríndete

“Cuando un problema no tiene solución, deja de ser un problema”. Es un proverbio chino que funciona como la clave de esta técnica: es normal que aumente el nerviosismo por miedo de perder el control de situaciones que se escapan de tus manos. Si no puedes cambiar las cosas, aprende a asumirlas. Es importante aprender a ‘rendirse’ y liberar a tu cerebro de la lucha y la tensión que está ejerciendo.

 Vacía tu mente

Los pensamientos negativos actúan en tu cabeza como un bucle sin fin. Vuélcalos en un papel y escribe todo lo que pase por tu mente. No será bonito y puede que no tenga sentido, pero te liberará y te permitirá transferir la negatividad a otro lugar.

Afronta tus emociones

Las palabras son energía, sobre todo si son positivas, así que dedícate elogios a ti misma y convéncete de que puedes superar la situación. Uno de los principios del coaching personal habla de mandarte a ti misma mensajes de refuerzo positivo: practica por las mañanas y frente al espejo.